Independiente, la tormenta perfecta

AUTOR: LAUTARO DI CHIARO

Análisis crítico de la actualidad de Independiente.


Independiente vivió un nuevo fracaso en la noche de ayer tras quedar eliminado de la Copa de la Liga por no poder vencer a Talleres de Córdoba, equipo al que le iba ganando al final del primer tiempo, 2-0 jugando de local y con el rival con una expulsión. En la segunda parte, el Rojo se volvió apático y terminó empatando 2-2 en un encuentro que será histórico y se lo recordará como una nueva mancha de la versión más contemporánea del Rey de Copas, pero ese es el menor de nuestros problemas.


Lamentablemente esta derrota impacta a mucho más que solamente lo futbolístico, afecta en lo social, lo económico y lo político, pero no hay que perder de vista que esos flancos también están picados. Independiente se encuentra en un una actualidad donde el socio se siente desolado y desvinculado con la institución y los valores que solía representar. Hay aumentos de cuota todos los meses, hinchas y socios pusieron dinero de su bolsillo en una colecta que ni siquiera fue organizada por los dirigentes de turno y se realizó un evento como 'La Noche del Rey', otra excusa para pedirle dinero al público, en un contexto socio-encónomico nacional extremadamente complicado. Pero el pueblo rojo, sin chistar, sigue entregando su corazón a la institución que aman, para después recibir actuaciones como las de ayer, o como la de Huracán, Riestra, Gimnasia, Racing, Atlético Tucumán, entre otros. Los fanáticos reciben torneos peleando por no descender, campeonatos con auténticas humillaciones, temporada tras temporada viendo por la tele el éxito que el Rojo solía tener, siendo conseguido por los demás. Hay una relación pulverizada por los constantes fallos, las faltas de respeto, las propuestas engañosas, las mentiras, las declaraciones de un presidente que no demuestra amor por la enorme institución que dirige. ¿Cuánto más irá a aguantar la gente del Orgullo Nacional? ¿Sigue siendo válido ese apodo?


Pero ojo, el socio no tiene las manos limpias del todo. Si se llegó a la actualidad dee esta forma es porque la gente de Independiente perdió la noción de lo que representa el escudo: Honestidad, deportividad, comunidad, amor por los colores. Muchos (no todos) se han dejado corromper por el 'ganar es ganar' o por elegir al tipo que sale en la tele y nunca a aquellos que pueden saber más lo que significa el Rey de Copas en su grandiosidad. Se ha perdido la identidad y el rumbo de aquellos que aman estos colores. Cuando Talleres metió el tercer gol, el público se fue del estadio, hasta que se enteraron que fue anulado y volvieron a sus butacas, eso no es Independiente. El Rojo no es conformismo, exigencia a ciegas o ignorancia a la historia que volvió grande a la instutución. 


Uno no se puede quedar solamente en lo social, por más que sea un tema muy importante. Independiente también se desangra en lo económico, con una noticia que duele y nos hace ver la realidad que no nos gusta: El Rojo está inhibido otra vez. De nuevo, por el caso de un ilustre insignificante para la historia del club de Avellaneda como es Fernando 'Guante' Gaibor. Se le deben 2.739.000 dólares + 5% de intereses anuales que le impiden a Independiente incorporar para el próximo mercado de pases. No frena ahí, existe una deuda con Gastón Silva por 2.276.000 dólares, otra con el Mazatlán de 95.000 dólares y la famosa con Cecilio Domínguez, que aún se le tiene que abonar dos cuotas de 750.000 dólares. Nos da en total 7.010.000 dólares que el club debe abonar en los próximos días si no quiere seguir sumando inhibiciones. ¿De dónde saldrá ese dinero? Nadie lo sabe, a no ser que la CD tenga un plan secreto que los demás desconocemos, como viene siendo esta gestión en general, trabaja a escondidas y tratando de dar la menor cantidad de explicaciones posibles a su gente.


¿Qué es lo que irá a suceder con un equipo que no puede incorporar y por lo que se prevee, va a sostener a un técnico que planea dejar fuera de planes siete u ocho futbolistas? Un DT que armó 'su equipo' y desplegó un fútbol repudiable. ¿Cómo va a encarar Independiente un campeonato sin sacar a las manzanas podridas en búsqueda de algo realmente competitivo? Porque con lo que ha demostrado hasta ahora Carlos Tévez, lo que se ve es que no le dará lugar a la juventud... Él mismo dijo que 'los de 21 son muy grandes'. Pero eso sí, no hubo problema en darle lugar a jugadores como Federico Mancuello, que volvió como mártir y ha sido de lo peor del equipo (dicho con dolor en el corazón), Gabriel Neves y su prolífica habilidad para ser irrelevante, Jonathan Quiñónez, que el Apache no quiere mostrarlo de local por miedo a que lo insulten, Julio Buffarini, que con un elevado salario apenas ha jugado y cuando lo ha hecho, dieron ganas de llorar, Felipe Aguilar, que llegó con cartel y se lo comió Juan Manuel Fedorco, futbolista que Tévez se esforzó por tapar y no pudo por sus buenas actuaciones. No olvidarse del perdido Canelo y la joya de la corona, el goleador que no convierte, Gabriel Ávalos, que a pesar de haber llegado por 2 millones de dólares y con cartel de figura para este equipo que tiene un gran problema de gol, sólo pudo brindar una satisfacción en el encuentro con River, mientras Maravilla Martínez, delantero de los vecinos, está cerrando el torneo como másximo anotador con 12 goles (ninguno de penal). El mismo Tévez, por frustración, le quitó confianza al paraguayo que si antes se le podía apreciar que intentara a pesar de no tener compañeros que le generaran muchas chances de gol por partido, en los últimos dos encuentros solamente se dedicó a caminar y esforzarse muy de vez en cuando con algún balón aéreo o dentro del área.


¿Y qué pasa con lo que hizo grande a Independiente? ¿Sus jóvenes talentos? Los que salieron cedidos para 'ganar experiencia', la mayoría de ellos juegan poco y nada y los que están esperando su oportunidad en el banco de suplentes o en las divisiones juveniles son despreciados por la CD, que prefiere sabotear su desarrollo, despidiéndo a miembros importantes del staff que año tras año trabajaron para crear un espacio de desarrollo correcto para jóvenes jugadores. Los pocos futbolistas nacidos en el club que están recibiendo minutos y oportunidades son David Martínez, Ayrton Costa (luego de haber sido cedido y ser uno los primeros en la lista de transferibles) y Lucas González (fue cedido también). Contrario es el caso de Diego Tarzia, Santiago Salle, Santiago López y Tomás Parmo, que apenas tuvieron unos pocos minutos en lo que va del año (el último de estos aún no debutó). No hablemos de los casos de jugadores que se vendieron por cifras vergonzosas, sabiendo cual es la situación económica actual.


Nos falta cubrir el espacio político, dónde Independiente ha sido castigado año tras año por propuestas de gente incompetente que llegó a estar en la cima del club desde hace más de 25 años, con flancos opositores que hoy en día no están presentes y no son la voz del hincha que se siente desamparado por el gobierno de turno en el Rojo. Sin accionar, sin hablar, sin darle un refugio a la gente que siente que ya no hay esperanza.


Heridos en lo político, en lo social, en lo económico y en lo deportivo. Independiente es una tormenta perfecta que solo el socio que ama al club puede detener, pero no lo va a lograr si sigue permitiendo que la Comisión Directiva siga haciendo de la suya, manoseando a la gente y aprovechándose de su bondad. No dejemos que el tiempo borre nuestro título de 'grande', porque aunque las vitrinas estén llenas, se están manchando año tras año con la ineptitud y la falta de amor. 



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