Creo que todos esperábamos más de este partido, porque ambos equipos, históricamente, brindaban buenos espectáculos. Pero… los tiempos han cambiado.

El encuentro encontró al Bichito teniendo un poco más la pelota, pero la perdía en tres cuartos de cancha. Y cuando el Rojo la recuperaba, sucedía lo mismo. Alan Soñora, ubicado en zona de marca y recuperación ¿¿¿???, cuando ha demostrado con creces, la diferencia que hace cuando juega libre como enganche, que es su real posición. Pero parece que los dos últimos técnicos de Independiente, están más preocupados por defender, que por atacar. Reniegan de tratar bien la pelota y puntualmente Domínguez a involucionado en sus objetivos, ya que cada vez para más atrás al equipo.

El primer ataque concreto de Argentinos fue el 1 a 0, a los 20’ cuando le llega la pelota a Nuss por la derecha, trata de taparlo Lucas Rodríguez, ni siquiera se acerca Juan Manuel Insaurralde, porque cada vez le cuesta más moverse y Thiago Nuss (dicho sea de paso un jugador muy interesante y para seguir), fusiló a Sebastián Sosa, casi a su antojo. Quisiera saber qué buscaba o que vió el VAR y porqué tardó 03’ 30’’ en decidirse, tiempo que no fue adicionado en ninguno de las dos etapas.

Una muy buena jugada combinada, terminó con un remate de Leandro Fernández que salió cerca del palo izquierdo de Federico Lanzillota. Ninguno de los dos, llegaba con peligro a los arcos. Hubo para Argentinos un remate de Vera, al palo derecho de Sosa, que cubrió su valla, pero iba afuera.

Independiente rondaba los tres cuartos de cancha pero terminaba siendo previsible, hasta que a los 44’ un córner que llegó desde la derecha de nuestro ataque, gran salto de Sergio Barreto para el cabezazo hacia abajo y al palo derecho de Lanzillota, la pelota no entraba y quién sinó para corregir que Leandro Benegas que le gana la posición a Luciano Sánchez (14), y la empuja con una patada de karate para el 1 a 1. Y se fueron al descanso.

No variaron el juego los equipos, y Domínguez le demostró a los hinchas dos cosas: que no tiene la valentía suficiente para jugársela con los jóvenes y que además, practica tácticas de juego en los partidos oficiales. Porque el desorden que generó en los segundos 45’ fueron de su autoría.

Del cambio de Soñora nada se puede decir porque quedó lesionado de un golpe. Pero el ingreso de Laso por Togni (que sí estuvo en la lista de los 10 desafectados), desconcertó a propios y extraños.

Ingresando Laso, nos quedamos con 5 en el fondo, que no sabían muy bien donde pararse, pero su idea era mandar a Laso a cuidar la subida por izquierda, para desafectar a Alex Vigo de la marca y soltarlo en el ataque, cosa que hizo muy poco. Y la desorientación inicial, se notó rápido y Argentinos la supo aprovechar.

Corrían apenas 52’ cuando Fausto Vera sacó un fuerte remate de zurda a la ratonera derecha de Sosa, y puso el 2 a 1. Muy buen gol. Pero lo más gracioso fue que Insaurralde discutió con Sosa, cuando el Chaqueño se corrió para dejarle más espacio en el remate al delantero, cosa que no es la primera vez que pasa y suele no estar donde debe. En los últimos tiempos son más las malas que las buenas.

Al medio campo le faltaba juntarse y ayuda. Lucas González no tuvo un partido brillante, pero hacía mucho que no jugaba y viene de una lesión, y con Poblete no creo que hayan jugado mucho.

Y después del gol del bicho, entre la práctica que hizo Don Eduardo en un partido oficial, donde dio la sensación que nadie sabía bien donde debía estar, la falta de ganas de meter más delanteros para aunque sea intentar empatarlo, el panorama no era bueno. En el banco tenía 3 delanteros: Julián Romero, Rodrigo Márquez y Santiago Hidalgo. Puso a D’Angelo que jamás fue convocado en todo el año, ni al banco de la Reserva, en vez de poner al Pato Ostachuk, que le puede servir en defensa o en el medio, cosa que ya demostró en un partido con Falcioni, donde fue la figura de la cancha.

Argentinos decidió esperar alguna contra y llegó solamente a los 61’ con un cabezazo de Nuss, que salió desviado. Independiente comenzó a intentar, pero ninguna salió. A los 62’ hubo una buena subida de Vigo, liberado de marcar (cosa que le cuesta muchos hacer), terminó con un buen centro atrás, que tomó Leandro Fernández como venía, se desvió en un defensor y salió al córner. Con la ejecución del mismo, la pelota luego de un rebote le quedó a Gerónimo Poblete, pero con su remate, le erró al arco. A los 68’ buen ataque del Rojo, en los pies de Leandro Fernández, con una rápida contra, lo vió solo a Juanito Cazares, le dio el pase, pero el centro de Juanito fue a las manos del arquero, y lo último fue a los 85’ cuando una peinada de Sergio Barreto se fue apenas desviada.

Es cierto que el Rojo, en estos ataques, quizá mereció el empate, pero cuando sos amarrete, te quedás con las manos vacías, y por eso sufren los hinchas del Rojo.

Eduardo Domínguez sabía cuando vio que iba a tener que trabajar con JUVENILES, sabía perfectamente que Independiente NO TIENE DINERO  para hacer grandes inversiones, y que tenía que trabajar con lo que había. Sin embargo SE DA EL LUJO de “barrer” a 10 jugadores, muchos de ellos sin darle ni un partido en primera, y pedir y pedir. Comprando y comprando, también dirijo yo. Total, si me va mal, me echan, sigo cobrando hasta fin de año y los árboles, se los dejo a Independiente.

Nos hace falta un Técnico que no tenga CARTEL, pero que sepa, aumentar la autoestima de los jóvenes y sobre todo… potenciarlos. Cuando vino Holan no era nadie, y se ganaron dos copas jugando muy bien. Después… bueno todos saben lo que pasó después… a partir del 2018. Un técnico que tenga coraje para “BARRER” a los de cualquier edad, no solo a los pibes con los que es re fácil hacerse el malo, y que sepa hacer DOCENCIA en todo sentido, humano y técnico. ¿A alguien se le ocurre algún apellido?  Porque desgraciadamente nuestra dirigencia y muchísimo menos nuestro “mánager”, lo encuentran.