Un nuevo partido como visitante llegó en el camino de Independiente, esta vez era Atlético Tucumán, un rival de dificultad reconocida, pero uno pensaría que es un encuentro más accesible que otros.
Ricardo Zielinski saltó al terreno de juego con un polémico 4-5-1 por ciertos apellidos: Rey; Ostachuk, Laso, Báez, Costa; Barcia, Ortíz, Marcone, B. Martínez y Cauteruccio.
El partido comenzó con una de las ocasiones más peligrosas del juego. Un centro exigido de Acosta para Estigarribia que acabó en un cabezazo dentro del área que Rodrigo Rey desvió correctamente.
Foto: Lautaro Dichiaro.
Independiente le contestó rápido a los tucumanos con un remate lejano de Patricio Ostachuk que hizo que más de uno se agarrara la cabeza.
Ostachuk la agarró de forma espectacular para obligar a Marchiori a hacer una buena salvada - Foto: Lautaro Dichiaro.
Más tarde, con el Rojo teniendo un poco más la pelota, Ayrton Costa y Braian Martínez protagonizaron una jugada excelente. Costa levantó la pelota a lo cucharita para que el Chaco se escape por la línea de fondo y ponga un pase de la muerte que por la velocidad a la que iba el balón, Barcia no pudo empujar.
Gran jugada, de lo mejor del partido - Foto: Lautaro Dichiaro.
Todo iba bien, Independiente no era superior, pero sí era poseedor de la pelota, hasta que llegó una jugada que cambiaría el rumbo del partido. Brian Guille le gana la posición al Pato Ostachuk dentro del área y el defensor gana el duelo, tras esto, Guille simula una falta. Primero Echavarría dice que no hay nada, pero ante el llamado de Jorge Baliño desde el VAR, decidió revisar la jugada. Echavarría terminó por sancionar un penal inexistente que acabó poniendo a Atlético Tucumán por delante en el marcador.
Ostachuk en ningún momento toca a Guille, solo la pelota. No se puede calificar de otra manera que ROBO - Foto: Lautaro Dichiaro.
Buena definición de Estigarribia. Rey solo atajó un penal en lo que va del campeonato (de 4 que le patearon). En ese penal que detuvo, dejó rebote y acabó siendo convertido por Wanchope - Foto: Lautaro Dichiaro.
El partido cambió tras este injusto golpe. El Rey de copas generó bastante más que su rival durante el resto de la pimera mitad, pero la mayoría fueron disparos lejanos, ninguna ocasión clara que demostrara la superioridad del equipo de Avellaneda en el duelo. Los de Zielinski tomaron la pelota, pero nunca hicieron algo realmente peligroso con ella, faltó imaginación y determinación. El Diablo Rojo cayó en el juego del Decano. Así se extendió en la segunda parte, pero hasta entonces, veamos las chances que nos dejó el primer tiempo:
Tiro libre que ejecuta Cauteruccio, rebota en la barrera y el uruguayo aprovecha el rebote para sacar un potente remate que rechaza Marchiori - Foto: Lautaro Dichiaro.
Similar a la primera de Ostachuk. Tras un rebote, le queda la pelota al joven defensor que saca un remate de zurda para el que Marchiori tiene que lanzarse para evitar que entre en el arco del equipo tucumano - Foto: Lautaro Dichiaro.
Hubo otra polémica antes de bajar el telón del primer tiempo, una falta muy dura de Nicolás Romero (que ya tenía amarilla) sobre Baltasar Barcia. Echavarría no tuvo mejor idea que dejar esta acción impune. Otra vez, el Rojo fue perjudicado.
Se puede hasta decir que es para roja directa, pero era mínimo para amarilla - Foto: Lautaro Dichiaro.
La primera etapa cerró una chance que poca relevancia tuvo, pero vale para ser mencionada. Un centro para Costa dentro del área que el lateral izquierdo definió con un cabezazo sencillo para Marchiori.
Foto: Lautaro Dichiaro.
El análisis del 1x1 del equipo se reduce a decir que el único destacado fue Braian Martínez. Por lo demás, podemos decir que hubo una mejoría en Sarrafiore y Marcone, que a Ortíz se lo vió desteñido en las facetas más ofensivas del juego y que claramente a Cauteruccio le hace falta la figura de Giménez a su lado.
El segundo tiempo comenzó con una modificación: Ingresó Giménez y salió Sarrafiore. Esta segunda mitad nos dejó muy poco que comentar, pero vamos a repasarlo, comenzando por un tiro libre que ejecuta Ortíz y llega a los pies de Báez... El Pala falló.
No fue ni al arco, pero no lo podemos culpar, no deja de ser un central - Foto: Lautaro Dichiaro.
Esta fue la única chance real que tuvo Independiente en toda la segunda mitad. El Rojo se la pasó jugando a lo que Atlético Tucumán quería. El Rival regalaba la pelota y se paraba bien en defensa, con solidez (así como hicieron los de Zielinski frente a Central Córdoba). El Orgullo nacional respondió teniendo la pelota, pero haciendo la nada misma con ella. A partir de esto podemos echarle la culpa al Ruso de lo que vino después, una serie de cambios que no le sumaron nada al equipo.
Kevin López entró en lugar de Ortíz (a los 75'), que no tuvo su mejor encuentro, sin embargo, el ex Quilmes solo supo sumar pases fallidos a las estadísticas. En esa misma ventana, ingresó Salle por Barcia, dejando al juvenil en una posición más defensiva. Estábamos perdiendo por 1-0...
Con 9 minutos restantes, Rambert entró por Ostachuk y sobre la hora, Hidalgo tuvo su aparición para sentar a Marcone. ¿La gran esperanza de Zielinski pasaba por exponer a estos dos chicos para que jueguen ese pequeño plazo de tiempo y esperar que de casualidad den vuelta el resultado? ¿Por qué no entraron antes? Simplemente inentendible. Lo único evidente es que Zielinski tiene miedo. Puede ser miedo a que los jóvenes demuestren ser más capaces que aquellos con experiencia (como teorizaba mi compañero, Ricardo Fioravanti) o también puede ser el temor a que las cosas salgan peor que en la actualidad, pero eso es IMPOSIBLE.
Para colmo, una confusión con los balones en el campo de juego terminó en una violenta disputa. El encuentro, fuera de foco. Echavarría no solo nos perjudicó en nuestra cara y sin vergüenza alguna, sino que perdió el control del partido y lo convirtió en algo poco placentero. Nefasto.
Bruno Bianchi fue expulsado por su encontronazo con Matías Giménez - Foto: Lautaro Dichiaro.
Acto seguido a lo anterior, Bianchi le tiró del pelo a Giménez... Se merece mínimo dos fechas de sanción por su muestra de total cobardía - Foto: Lautaro Dichiaro.
En síntesis: Zielinski volvió a demostrar que o aún no tiene las manos en el volante o que no está preparado. Ojalá sea la primera de estas. Nos dejó partidos buenos y malos, pero contra Atlético Tucumán, prefirió la posesión antes que la superioridad sobre el rival y con esa mentalidad, es difícil que el equipo pueda salir adelante, mucho menos si además hablamos de lo difícil que no la va a seguir poniendo el arbitraje del fútbol argentino.