Con intención pero pocas ideas, y con más individualismo que juego colectivo. Luego de la primera mancha del ciclo Tevez, en la goleada sufrida con River, el equipo debía dar una muestra de carácter. No pudo plasmarla desde el juego ni desde el resultado, pero sí desde la cabeza, porque las ganas de ir para adelante se evidenciaron.

A Independiente le costó el primer tiempo y no por grandes méritos de Arsenal. Ante un rival que esperaba en campo propio y que contaba con un solo centrodelantero, los tres centrales estaban de más y al local le faltaba alguien en el medio que pueda darle otra opción de pase a Marcone, con Mancuello y González tapados.

Con la profundidad de Isla por derecha, el Rojo pudo de todos modos llegar hasta el fondo un par de veces, pero sin peligro, y terminó abusando de centros sin sentido. La más clara la tuvo el chileno, picando en diagonal para recibir, pero intentó gambetear al arquero y no pudo definir.

Tevez modificó para el complemento, pero no desarmó la línea de cinco, sino que cambió la características de los volantes: primero entró Brian Martínez por González y luego el pibe Javier Ruiz por Mancuello, y le dieron otra dinámica a la tenencia, pero sobre todo, gambeta para romper esa línea de presión que en el primer tiempo Independiente no podía superar.

Con ellos dos sueltos pero abiertos, Báez tomaba la lanza para acompañar a los ataques, sumarse a los medios y llegar por sorpresa. Los cambios dieron resultado porque el segundo tiempo fue decididamente de Independiente, que de a poco fue empujando a su rival hacia atrás, aunque sin lograr poner a un delantero de frente a Medina.

Así y todo, el arquero del Arse tuvo buenas intervenciones, con una doble atajada primero a un remate de afuera del área de Damián Pérez y el rebote a Canelo, y otro disparo a Giménez. Aunque sobre el final, el Rojo se nubló en la búsqueda de ir hacia adelante y terminó sin generar peligro.

Lo mejor de Arsenal fue un contraataque en el primer tiempo que terminó con Cejas pisando el área pero definiendo mal, y una doble atajada de Rodrigo Rey, quien tapó un remate sorpresivo de Lautaro Guzmán e inmediatamente se volvió a lucir tras el cabezazo de Braian Rivero, a comienzos del segundo tiempo.

El punto no contenta a un Independiente que necesitaba recuperarse de la primera derrota del ciclo Tevez, con la demoledora goleada 0-3 ante River. De todos modos, el Rojo -que dio muestras de reacción- sigue segundo en la Zona con 19 puntos y ya está prácticamente salvado del descenso: le saca 7 a Tigre. Pero no pudo acercarse a la Copa Sudamericana (quedó a 5). En la próxima fecha visitará a Atlético Tucumán.

Arsenal juega de compromiso porque desde la fecha pasada sabe que está matemáticamente descendido. Sin embargo, no se regala y con amor propio y orgullo deportivo demuestra que competirá hasta el final. En la duodécima jornada recibirá a Gimnasia de La Plata.

Diario Popular