Independiente sabía que tenía la obligación de ganarle a Banfield si quería seguir teniendo la posibilidad de entrar a la siguiente fase de la Copa de la Liga. Para eso, Tévez puso el siguiente XI: Rey; Isla, Fedorco, Laso, Costa, Spörle; D. Martínez, Quiñónez; González, Ávalos y Canelo.
El Rojo se mostró más propositivo durante el primer tiempo, tratando de llegarle a Banfield con centros desde los costados, más que nada fallidos. El juego del equipo de Tévez en el mediocampo se notaba flojo, con pases imprecisos de Quiñónez y casi sin triangulación. Además, todos los ataques tenían que pasar los pies imprecisos de Spörle, que muy cada tanto podía hacer que la pelota conectara con algún atacante, aunque eso lo rotó con tramos en donde se lo veía bien parado atrás, con mucha energía y claridad para el ataque. El desempeño de Laso y Fedorco fue importante para mantener el equlibrio y no dejar descuidada el área. Aunque más allá del mal rendimiento, el rival no imponía mucha resistencia.
Justamente un centro traería la jugada que le daría ventaja al Rey de Copas. Un penal claro por sujeción a Laso. Se tuvo que revisar en el VAR, pero al final Rapallini lo dió.
Claro penal, sujeción prolongada de la camiseta - Foto: Lautaro Dichiaro sobre transmisión de ESPN.
Contra todo pronóstico, Quiñónez tomó la responsabilidad y puso la pelota en el punto penal. Silbatazo y el ecuatoriano convirtió para el 1-0.
Definición delicada de Quiñónez para el 1-0 - Foto: Lautaro Dichiaro sobre transmisión de ESPN
Eufórica celebración tras el penal - Foto de Lautaro Dichiaro sobre transmisión de ESPN
Luego de un empujón de Banfield en ataque que Independiente redujo bien, finalizó la primera parte. El Rojo fue superior, aunque jugando a un nivel bajo. Con eso le servía para llevarse los tres puntos, solo faltaba mantenerlo.
Ya en la segunda parte, el Taladro comenzó siendo más ofensivo e intentando hacerle daño a Independiente. Luego de unos buenos minutos del local, llegaron los primeros cambios debido a problemas físicos de Spörle y Martínez, que salieron para darle entrada a Pérez y Neves.
Las modificaciones no le dieron mejor fútbol al equipo, pero el objetivo pasó a ser aguantar el resultado y si se podía, anotar de contragolpe. Ante esto, aunque cómodo, Tévez mete otro cambio: Lucas González (de mal partido) sale y entra Alex Luna.
Banfield se adueñó de la pelota en búsqueda del empate, pero al equipo de Falcioni se lo notaba falto de ideas ante un Independiente bien armado atrás, con línea de 5 y bloque de 4 mediocampistas cerca del área. Imposible de penetrar. Más cerca del final aparecían faltas innecesarias del Rojo cerca de su área, una de ellas terminó en un potente tiro libre que Rey desvió.
Cerca del final del tiempo regular, salió Quiñónez (una de las figuras del partido a pesar de no deslumbrar) y Ávalos (de mal partido) para que entren Mancuello y Maestro Puch.
Ya en el descuento, el Taladro intentó sin éxito y los dirigidos por el Apache acabaron llevándose el triunfo.
El Orgullo Nacional ganó merecidamente, aunque con un fútbol de muy baja calidad. A pesar de eso, sigue existiendo la ilusión de entrar a la siguiente ronda de la Copa de la Liga, aunque esta forma de jugar del equipo quita esperanzas y genera preocupaciones. Se le ganó comodamente y con un gran trabajo defensivo a un rival que casi no puso resistencia... Sigue Talleres en casa, en búsqueda del milagro.